El olor del libro físico

Este verano he retomado el gusto por leer libros en formato físico. Hay algo en ellos que el eReader simplemente no logra igualar: el olor del papel, la textura de las páginas, su peso en las manos, ese tono amarillento que adquieren con el tiempo. Son detalles difíciles de describir, pero que, en conjunto, ofrecen una experiencia muy superior a la del libro digital.