A nivel filosófico, el libro se articula en una defensa del humanismo frente al creciente animalismo, al que califica de ideología con efectos perniciosos. Wolff sostiene que el único argumento real contra la fiesta es la sensibilidad, una emoción que, aunque respetable, es sorda a la razón. Su crítica central radica en la confusión de los principios humanistas (basados en la justicia, reciprocidad y dignidad para el hombre) con los deberes hacia los animales. Según Wolff, el animalismo, al intentar elevar a los animales al nivel humano, corre el riesgo de "rebajar a los hombres al nivel en el que tratamos a los animales".
Es justamente porque el hombre no es un animal como los demás por lo que tiene deberes hacia ellos y no al contrario.
Una de las contribuciones académicas más notables es la refutación del concepto de "tortura". Wolff argumenta que la lidia se opone a la tortura en cinco aspectos, siendo el más crucial que la corrida no tiene como objetivo el sufrimiento del toro. Además, recurre a evidencia fisiológica (basada en estudios del profesor Illera del Portal) para demostrar la singularidad del toro de lidia (Bos taurus ibericus). Este animal, genéticamente seleccionado para el combate, segrega una gran cantidad de beta-endorfinas, un opiáceo endógeno que bloquea los receptores del dolor, transformando el dolor en un "estimulante para la lucha". En contraste, la agresión pasiva (como una descarga eléctrica) sobre el animal sí provoca estrés y huida.
Desde una perspectiva cultural y estética, Wolff exalta la tauromaquia como un valor inestimable. La defiende como una de las últimas formas de ganadería extensiva en Europa, esencial para la conservación de la biodiversidad y el ecosistema único de la dehesa. Además, la corrida es un arte original que entronca con la esencia misma de la creación artística: dar forma humana a la materia natural. Es un espectáculo de "sublime grandeza" que fusiona lo clásico y lo contemporáneo, donde la belleza surge del miedo a morir. Finalmente, la fiesta es una manifestación de valores universales —el valor, la inteligencia, el dominio de sí mismo—, y el torero se convierte en un modelo de virtudes morales.En última instancia, el libro no solo ofrece argumentos para la defensa taurina, sino que también funciona como una defensa de la diversidad cultural y el principio de libertad frente a las moralidades prohibicionistas. Wolff concluye con la pregunta retórica sobre quiénes son realmente los bárbaros: ¿los que perpetúan este arte o los que pretenden prohibirlo en nombre del supuesto bienestar animal?.
A continuación, se presenta el listado de las 50 razones para defender la corrida de toros:
¿Son tortura las corridas de toros?
- Las corridas de toros no tienen como objetivo hacer sufrir a un animal.
- Las corridas no tendrían ningún sentido sin la pelea del toro.
- Las corridas de toros no tendrían ningún sentido sin el riesgo de la muerte del torero.
- ¡Si un toro fuera torturado huiría!.
- Hablar de tortura ¿no es confundir al hombre con el animal?.
- El estrés del toro.
- La adaptación fisiológica del toro a la lidia.
- Dolor y lidia.
- «¡Pero el toro no quiere luchar!».
- «Pero la lucha es desigual: el toro siempre muere».
- ¿Tenemos derecho a matar animales?.
- ¿Por qué matar a los toros?.
- Pero al menos ¿se podría no matar al toro en público, tal como prescribe la ley portuguesa?.
- Todas las tauromaquias implican el respeto al toro.
- La norma taurómaca consiste en afirmar que no se puede matar al animal sin arriesgar la propia vida.
- El toro no es abatido, tal como lo atestigua el ritual taurómaco.
- El toro no es abatido, se le respeta en su propia naturaleza.
- ¿La mejor de las suertes?.
- Una de las últimas formas de ganadería extensiva en Europa.
- Un ecosistema único.
- Defensa de la biodiversidad.
- Respeto de la naturaleza del animal.
- Humanidad y animalidad.
- «¿No es un espectáculo cruel y bárbaro?».
- «¿No son perversos los placeres de los espectadores?».
- La mayor emoción en la plaza: la admiración.
- «La corrida de toros genera violencia».
- «¿Son las corridas de toros un espectáculo traumatizante para los niños?».
- «¿Es arcaica la fiesta de los toros?».
- La fiesta de los toros no está ligada al franquismo. Como toda gran creación cultural es políticamente neutra.
- La fiesta de los toros transmite valores universales, no los de la España negra.
- La tradición ha forjado una cultura taurina.
- Fiesta de los toros y defensa de la diversidad cultural.
- Unidad de cultura, diversidad de interpretaciones.
- La cultura taurina y la «alta cultura».
- Comprender la animalidad.
- Admirar las virtudes intelectuales del torero.
- Admirar las virtudes morales del torero.
- Diversidad cultural e imperativos universales de la humanidad.
- La sublime grandeza del espectáculo.
- La creación de lo bello.
- Un arte original, entre el clasicismo y la modernidad.
- Lo trágico.
- La fiesta, comunidad espiritual.
- Humanismo o animalismo.
- ¿Hasta dónde irá la «liberación animal»?.
- Peligros de una moral prohibicionista.
- Animalismo e imperialismo cultural.
- ¿Y la historia?.
- Libertad.
El sufrimiento del toro
La muerte del toro
Los toros y el medio ambiente
La corrida como espectáculo
La fiesta de los toros en la cultura y en la historia
La corrida y los valores humanistas
La fiesta de los toros es creadora de inestimables valores estéticos
Peligros del animalismo